Como lo prometido es deuda, Vengo a pagar mi deuda.

Vamos a ver si soy capaz de escribir semanalmente, sentiré que tengo una columna que lee un público seleccionado y que se muere de ansías por leer mis nuevas aventuras.

ADVERTENCIA: el contenido de mis narraciones, crónicas, cuentos, relatos, podría resultar poco constructivo y banal, pero también, divertido, alegre y atrevido, y pueden llegar a corromper. Juasss

Hace rato que no me quejaba de nada, pero hoy es el día para quejarme del METRO, hacia tiempo no lo sentía tan ajeno a mis necesidades, cada vez es más lleno, eso sí, siempre igual de limpio y organizado, pero ya no cabe un alma más, Señoras y Señores, soy un cigarrillo que va empacadito, esperando a que lo saquen y se lo fumen.
Imagínense, que la semana pasada o antepasada o traspasada, iba súper animada para la universidad, es lo mas raro que me ha pasado en estos días –ese animo que me invade, tan poco-, me faltaban alrededor de 5 estaciones para llegar a mi destino, cuando, OH!!!!, que ven mis ojos……UN ASIENTO LIBRE……y un gentío impresionante también, pero yo estaba mas cerquita de la silla desocupada, lo mas obvio era que yo, que estaba leyendo, y muy encartada, ME SENTARA… pero no, llego una señora, me empujó, me gritó, me hizo quedar mal delante de la gente y se apoderó de mi lugar, el que había visualizado siete estaciones atrás, el que esperaba ansiosamente, en el que había alguien sentado guardándomelo hasta antes de llegar, pero no, llegó esta señora diciendo: Es que la prioridad la tenemos los viejos, mas las viejas…y si no hay caballeros, entonces aguántese mijita, porque en mi tierra es así, y espero que aquí también –Por favor esta parte, con acento ECUATORIANO-, para colmo de males la señora no era de aquí, y estaba acompañada por otras 255560984 señoras mas; apenas había sillas vacías, esta señora -la que me agredió el orgullo-, sentaba a sus amigas -por Dios que no pasaban de mas de los 50 años-, y si tienen ánimos para alegar y empujar así a la gente, aguantan paradas…En la ultima silla había una señora cargando a su bebe, a ella le cedí mi puesto cuando llegó, inmediatamente, pero la niña que venia con ella quedó paradita, cuando de un momento a otro, el último asiento quedó libre, y esta señora ecuatoriana iba a sentar a la ultima de sus amiguitas; pero la mamá se convirtió en mi héroe, y le respondió: Que pena pero aquí se va a sentar la niña –de unos 4 años-, y a la señora no le quedó mas remedio que aguantarse, así como hice yo. Al final llegué a mi estación de destino, llegué temprano a la u y sin inconvenientes, solo que el ánimo que llevaba se convirtió en mal humor por culpa de esa señora.

Este post es para quejarme de:
• En Medellín ya no quedan caballeros, es que ni hombres, ahora a las mujeres nos tocó ceder nuestros derechos a la comodidad.
• Que las personas tengan 4 o 6 canas no les da derecho a tratar mal a la gente y quitarle sus beneficios, si tienen aliento para regañar y empujar, tienen aliento para estar paraditos tres o cuatro minutos mas.
• Los turistas se adueñan de nuestras cosas, en lugar de admirarlas y respetarlas.
• Que desorden tan impresionante el que hay en el transporte publico, uno a las 6 de la tarde no hay forma de ir de pie en cuadritos de 25cm*25cm, de verdad que somos cigarrillitos.